sábado, 10 de mayo de 2014

DESPIERTO SIN DESPERTAR


Inesperadamente,
como un trueno callado
y un relámpago que dura,
que se queda,
me despierta el sol,
la luz tocándome,
la ilusión del día.
Como una cabellera,
su resplandor barre mi cara.
Despierto sin despertar
hacia una plenitud ajena
que me acaricia, me absorbe,
me toma y se vuelve mía.

Muy poco a poco    
descubro
que es de noche aún
y eres tu, 
siempre iluminada,
la que mece su luz 
sobre mi cuerpo
y en su oleaje me lleva
mar adentro.

Muy adentro de ti
en ti respiro.
No miro, ni huelo, ni siento
sino el sabor incinerante
de tu cuerpo.
Y no existe nada más
sino volverme esa luz
en tu fuego consumida.

Despierto sin despertar:
el sueño que en mí sembraste
no sabe que no es igual                                                                              el cuerpo de la noche que el del día.
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Una versión de este poema leída por el autor, aquí.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muchas gracias por echarle viento a mis poros, por permitirmereconocer que la sensualidad trasciende al cuerpo,